REVISTA DE INGENIERIA DYNA

Japón, con una población cada vez más envejecida y necesitada de cuidados asistenciales, ha visto que en 2018 se utilizasen 8.600 millones de pañales para adultos, un 85% más que hace 10 años, según la Japan Hygiene Products Industry Association.

Actualmente, esos desechos se unen a otros para ser incinerados, con el consiguiente gasto energético y las emisiones de gases contaminantes. Los responsables de la planta recicladora afirman que, a pesar de proceder de diferentes productores, la composición de los pañales es tan similar que no necesitan de selección. Los pañales se reciben en bolsas de polímero que son desgarradas y se someten a un tratamiento con agua caliente para convertir la celulosa en pulpa, de manera que puedan separarse los componentes plásticos de las bolsas y de los mismos pañales. Estos componentes plásticos son actualmente enviados a incinerar, pero no se descarta su futuro reciclaje para reutilización.

La pulpa obtenida continúa su limpieza con agua y productos químicos, siendo a continuación filtrada por presión osmótica y secada: es la celulosa recuperada. Las aguas sucias son tratadas con microorganismos para terminar obteniendo un compuesto util como abono. Todo el proceso se ha diseñado contando con el apoyo científico de la Universidad de Fukuoka.

La planta tiene una capacidad de reciclaje para 20 T de pañales, unos 100.000, diarios. Además de los centros sanitarios o asistenciales, se están diseñando recipientes apropiados para recoger estos elementos directamente del público en general.