REVISTA DE INGENIERIA DYNA

La seda de araña combina una gran tensión de rotura ~1.5?GPa con una gran tenacidad ~150 J g-1. A fin de descubrir qué ocurriría con estos valores en el caso de que unas arañas ingirieran grafeno, unos investigadores dotados con financiación de la Unión Europea a través de la Iniciativa emblemática GRAPHENE rociaron soluciones de grafeno y nanotubos de carbono (NTC) en los lugares en que las arañas se encontraban confinadas.

Recientemente, el equipo expuso su investigación en un documento titulado Spider silk reinforced by graphene or carbon nanotubes, publicado en la revista en línea 2D Materials™. Una vez ingeridas las soluciones y tras extraer la seda de las arañas, se descubrió que el grafeno y los nanotubos habían pasado a formar parte de la seda. El equipo observó una mejora en sus propiedades mecánicas con respecto a la seda original, alcanzado una tensión de rotura de hasta ~5.4?GPa y una tenacidad de ~1570 J g-1.

El profesor Nicola Pugno de la Universidad de Trento (Italia), responsable de dirigir la investigación, afirmó que la fortaleza de la seda mejorada era comparable a la de los dientes de una lapa o la de las fibras de carbono más resistentes. "Aún es pronto, pero los resultados representan una prueba de concepto que allana el camino para utilizar el proceso de hilatura de las arañas, natural y eficiente, con el fin de crear fibras biónicas de seda reforzadas, optimizando así uno de los materiales de gran resistencia más prometedores".

Además de su enorme fuerza, estas fibras son biodegradables, lo que ofrece nuevas aplicaciones para textiles tales como uniformes médicos.