REVISTA DE INGENIERIA DYNA

Pero AMAZON Go, que así se denomina el establecimiento, no se trata de una tienda cualquiera, sino precisamente de un comercio de “delicatessen”, tanto en materias primas para su preparación por el comprador como de platos precocinados y envasados: todo ello con las mayores garantías de calidad y conservación. Dispone de una superficie libre de 170 m2 flanqueada por las vitrinas donde se encuentran los productos ofrecidos a las correspondientes temperaturas de conservación y no existen empleados ni cajeros visibles a la salida del mismo.

Para realizar las compras, el método es muy sencillo; basta con dispones de cuenta en AMAZON y descargar la aplicación necesaria que aportará el correspondiente código QR. En el acceso se escanea el código en los detectores de entrada que abren, se toman los productos que se deseen y se sale directamente sin volver a marcar y sin obstáculo alguno.

Esta experiencia está basada en las mismas tecnologías que se investigan para los vehículos sin conductor, es decir visión artificial, dotación de sensores y aprendizaje profundo (deep learning), coordinados por un sistema dotado de inteligencia artificial. El sistema permite no solo ir incorporando a la cuenta los productos adquiridos, sino eliminar alguno en caso de restituirlo a su vitrina.
A la salida del establecimiento, el cliente dispone en su teléfono móvil de la relación de la compra con sus valores cargados en la cuenta.

La compañía manifiesta, sin embargo, que no prescinde en absoluto de empleados. Los que llama “asociados”, se dedican a la dotación de las vitrinas y a la preparación de los precocinados, así como a la eventual asesoría a los clientes. Sin embargo es la ausencia de cajeros lo que más ha impactado en la opinión pública, pues se calcula que solamente en Estados Unidos hay unas 3.500.000 personas trabajando en ese cometido.