Buscador :
Volver al Menú
| : /
Vote:
Resultados:
0 Votos
MARZO 2000 - Volumen: 75 - Páginas: 33-36
Descargar pdf
Se usan en aplicaciones tan diversas como la detección de minas, análisis de aguas potables, monitorización de pesticidas, determinación de glucosa en la sangre e incluso para medir el efecto de los vuelos espaciales en plantas, animales y personas. Nos estamos refiriendo a los censores biológicos (en adelante biosensores), que, junto con los sensores químicos, están adquiriendo un protagonismo cada vez mayor en campos tan variados como pueden ser el de las ciencias de la salud o el de la industria. La Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC) define un sensor químico como un dispositivo que de una manera selectiva responde a la concentración de una especie química. Los biosensores son sensores biológicos formados por tres elementos básicos: un receptor (componente biológisito, que transforma la concentración del analito a una señal medible y un separador (que puede ser una membrana que separa el elemento biológico del trans(luctor). En un sensor químico el receptor suele ser un óxido metálico o un polímero orgánico capaz de interactuar específicamente con el analito. En el caso de los biosensores, el receptor o componente biológico (que puede estar constituido por enzimas, anticuerpos, bacterias o ácidos nucleicos) convierte con la ayuda del transductor físico el proceso bioquímico que se produce en una señal medíble. Según sea el tipo de esta señal, los transductores se clasifican en electroquímicos, acústicos y ópticos (Figura 1).
Compártenos:
© Revista de Ingeniería Dyna 2006 - Publicaciones Dyna, S.L & Co-Publisher UK Zhende Publishing Limited
Órgano Oficial de Ciencia y Tecnología de la Federación de Asociaciones de Ingenieros Industriales
Dirección: Unit 1804 South Bank Tower, 55 Upper Ground, London UK, SE1 9EY
Email: dyna@revistadyna.com
Regístrese en un paso con su email y podrá personalizar sus preferencias mediante su perfil
Nombre: *
Apellido 1: *
Apellido 2:
Email: *