REVISTA DE INGENIERIA DYNA

Palabras clave:

seguridad, salud, Prevención de Riesgos Laborales, accidentes, enfermedades

Tipo de artículo:

ARTICULO DE INVESTIGACION / RESEARCH ARTICLE

Sección:

VARIOS

Tras un largo proceso de elaboración, incluido un extenso y difícil diálogo con los interlocutores sociales, de más de seis años, las Cortes Generales aprobaron la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, que entró en vigor el 10 de febrero de 1996. Con esta Ley se inicia en España una nueva etapa en la lucha contra los accidentes y enfermedades de origen laboral, caracterizada por un nuevo enfoque, esencialmente preventivo, acorde con las políticas en este ámbito desarrolladas en los demás Estados miembros de la Unión Europea. Etapa que no ha hecho más que comenzar, ya que en el presente se está llevando a cabo una intensa labor complementaria de desarrollo reglamentario de la Ley y adaptación de las estructuras administrativas a la nueva manera de acometer estas acciones. En los últimos años, se demandaba desde los diferentes ámbitos de la Sociedad una reordenación de la regulación laboral de estos temas, así como la adaptación y reorganización de las propias administraciones Públicas, con el fin de actuar más eficazmente y lograr con ello que los índices de siniestralidad en España abandonen de manera clara y definitiva los altos valores, que, con altibajos (gráficas de dientes de sierra) manifiestan una clara tendencia sostenida, que en el número de accidentes mortales oscila alrededor de mil muertes anuales en los lugares de trabajo. Número éste a todas luces inaceptable. Hasta ahora, la legislación laboral se sustentaba sobre una Orden Ministerial, la Ordenanza General de Seguridad e Higiene en el Trabajo, de marzo de 1971, junto con la regulación de los servicios médicos de empresa, de 1959, adaptada al ordenamiento constitucional por el Estatuto de los Trabajadores y la Ley Orgánica de Libertad Sindical.