REVISTA DE INGENIERIA DYNA

Palabras clave:

transmisión, conbustión interna, volante hidráulico, cambio, marchas, pre-selectivo

Tipo de artículo:

ARTICULO DE INVESTIGACION / RESEARCH ARTICLE

Sección:

VARIOS

Como es sabido, en la aplicación de los motores de combustión interna a la tracción, se tropieza con dificultades que provienen de la falta de elasticidad de estos y que los hacen incapaces de un funcionamiento regular acoplados directamente, cuando el par resistente y la velocidad angular, deban variar entre límites un poco amplios. En primer lugar, como ya se sabe, el motor de combustión interna, tiene la mala cualidad para motor de tracción, de que su par motor disminuye con la velocidad de giro, al contrario de lo que ocurre en los motores eléctricos de corriente continua y en los asincronos trifásicos (que son los más empleados en la tracción) y aun en los monofásicos (también bastante empleados hoy en día) con tal (en estos últimos), de que la velocidad angular no baje de cierto límite. La máquina de vapor de pistones, es también capaz de dar un gran par motor a pequeñas velocidades de giro, par que podemos además aumentar, actuando sobre la corredera. Es, por consiguiente, el motor de combustión interna, el de peores cualidades tractoras entre todos los empleados para la tracción, y no obstante, es el más extendido, por ser el más económico,. ya que su rendimiento es mayor que el de la máquina de vapor, y no exige tampoco. los costosos tendidos de líneas que requieren los eléctricos, o la delicada y cara batería de acumuladores que proporciona además, un reducido número de kilómetros sin nueva carga. Esta mala cualidad tractora de los motores de combustión interna, nos obliga, por de pronto, a acoplarlos por medio de órganos que permitan un deslizamiento, hasta tanto que el eje de la resistencia, adquiera una velocidad angular, igual a la que necesita el motor para desarrollar un par superior al resistente de arranque; estos órganos, como todo el mundo sabe, son los embragues.