REVISTA DE INGENIERIA DYNA

Palabras clave:

[No Consta]

Tipo de artículo:

ARTICULO DE INVESTIGACION / RESEARCH ARTICLE

Sección:

VARIOS

En 1948, aparece en el mundo industrial una nueva aleación férrica que habría de revolucionar los conceptos de características mecánicas y comportamiento en servicio de las piezas de hierro fundido. Aunque el nombre genérico con el que se la designa habitualmente es el de "fundición nodular", su denominación correcta es "fundición con grafito esferoidal". De esta forma se la diferencia claramente de la fundición maleable, que también tiene el grafito en forma de nódulos aunque un tanto irregulares y poco compactos) y de la fundición gris o laminar cuyo grafito se encuentra en forma de láminas. Los nódulos de grafito en la fundición esferoidal deben tener forma de esferoides compactos y repartidos en la matriz metálica con cierta regularidad. Los diversos procedimientos metalúrgicos utilizados para la obtención de esta aleación tienen como objetivo fundamental conseguir la esferoidización del grafito, además de lograr otras características en función de las exigencias de los distintos grados de calidad en la fundición a fabricar. Aunque las exigencias marcadas por las Normas Oficiales de Calidad de distintos países y Organismos en cuanto a características mecánicas metalográficas, composición química, etc., puedan ser idénticas para piezas de pequeño o gran tamaño. la problemática de fabricación para obtenerlas es totalmente distinta en cada caso. Indudablemente, cuando se trata de fundir piezas pequeñas, siempre existe el recurso de hacer unas pruebas y sacar conclusiones pero en el caso de piezas de varias toneladas la situación es otra. Las marchas metalúrgicas a seguir para la obtención de caldos de fundición con grafito esferoidal comprenden dos fases fundamentales: la elaboración del caldo base y su tratamiento posterior para conseguir la esferoidización del grafito.