Julio 1962

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Volumen:: 37
Número:: 7
Editorial:: EDITORIAL JULIO 1962

Si el país y su industria requieren técnicas nuevas, esas técnicas, y los hombres que las ejecuten, deben fijarse en nuestras Escuelas de Ingenieros; y deben fijarse hoy, porque el avance de la ingeniería no permite otra alternativa. A lo largo de los últimos lustros ha sido patente el esfuerzo de las Escuelas por actualizar sus elementos e instalaciones de trabajo. Hoy día, el esfuerzo requerido es mucho mayor, de forma qúe, sin perder su puesto, la tabla de logaritmos haga sitio a la calculadora electrónica; la polea, al motor de chorro, y la ley de conservación de la energía, al reactor atómico. Las estadísticas de instituciones semejantes en Italia, Francia, Holanda, etc., indican que ese esfuerzo es general, y que va dando resultados excelentes en la industria; de no ser por ello, ésta recibiría técnicos con formación incompleta, incapaces de hacer frente a las exigencias planteadas por los programas de renovación, los requerimientos del consumo y la competencia interior y exterior.