REVISTA DE INGENIERIA DYNA

En los últimos años, han surgido los cristales de 2 dimensiones como algunos de los más prometedores nuevos materiales. En consecuencia, los científicos han estado muy ocupados descubriendo las extraordinarias propiedades del grafeno, nitruro de boro, bisulfuro de molibdeno, ....

El fósforo negro es el último recién llegado al grupo de estos sorprendentes materiales, donde los átomos se unen para formar una lámina bidimensional. El año pasado, unos investigadores construyeron un transistor de efecto campo con fósforo negro demostrando su utilidad. De esta forma el fósforo negro podría tener un brillante futuro en los dispositivos nano-electrónicos.

El principal problema es que el fósforo negro es difícil de fabricar en grandes cantidades. Pero Damien Hanlon en el Trinity College de Dublín en Irlanda y su grupo de investigación dicen haber resuelto este problema.

Estos investigadores han optimizado una forma de acumular grandes cantidades de fósforo negro en nano-láminas con dimensiones controlables. Y han utilizado esta nueva capacidad del fósforo negro en aplicaciones como: un sensor de gas, un interruptor óptico e incluso reforzar materiales compuestos para hacerlos más fuertes.

Su innovador método consiste en colocar un trozo de fósforo negro en un líquido solvente y bombardearlo con ondas acústicas. Este sistema permite separa el material en un gran número de nano-láminas que posteriormente una centrifugadora clasifica por tamaños.

La gran ventaja del fósforo negro sobre el grafeno es su brecha energética (bandgap) natural que los físicos pueden aprovechar para hacer dispositivos electrónicos, tales como transistores.